BRONCO PRIMER FRACASO DE UN GOBIERNO INDEPENDIENTE;ROMEO FLORES CABALLERO
Monterrey, N L- Jaime Rodríguez Calderón no llegó a superar la misoginia, las ocurrencias, la soberbia y el lenguaje vulgar que hartaron a los regiomontanos y no ha pasado de la anécdota y la frivolidad.
Así lo califica el historiador Romeo Flores Caballero, en su libro “El Bronco: Fracaso del primer gobierno independiente” que saldrá a la luz en los próximos días y en dónde compara al Bronco con el Gesticulador, de Rodolfo Usigli, personaje que se desdobla de profesor de historia a héroe de la Revolución.
Se trata de un libro de 93 páginas editado por el propio investigador y politólogo, y que decidió imprimir al tomarlo del último capítulo de su libro “Del Reinado al Estado, Los Gobiernos de Nuevo León 1597-2017 en dónde cubre los primeros 18 meses del gobierno de Rodríguez.
Aunque acepta que es insuficiente el tiempo para un estudio histórico a fondo, combina el análisis con crónicas de los medios de opinión locales y nacionales.
“La sucesión de Rodrigo Medina se formalizó en el transcurso de la debacle de su mal gobierno y de su pésima administración”. “La ineptitud se transformó en corrupción”, escribe.
“El Bronco, su verdadero yo, hizo un ejercicio de política ficción exitosa al que se sumaron y apoyaron buen número de empresarios”. “Su slogan “la raza paga, la raza manda” fue un gracejo útil que muchos creyeron. La raza no pagó y no mandó, y no manda”, puntualiza Flores Caballero.
Refiere la llega del Bronco entre múltiples factores a la corrupción de gobiernos neoliberales de Nuevo León, pero pronto se descubrieron sus limitaciones.
Califica su gobierno como manipulador, que no es independiente ni honesto, que recuerda al México de la década de los 40 y 50 con la corrupción de los regímenes de tendencia neoliberal, en una sociedad envuelta en mentiras y medias verdades, ambiente en el que nació el Gesticulador.
“Listo el Gesticulador cumpliría una campaña exitosa patrocinada por empresarios y poderosas autoridades federales. La puesta en escena fue exitosa. La hizo posible un gobierno federal corrupto y otro estatal, igualmente corrupto”.
“Ambos pretendieron imponer a una senadora (Ivonne Álvarez) sin apoyo de políticos locales, en contra de una sociedad dispuesta a luchar contra los caprichos de un PRI decadente, un partido ciego y sordo, ante la voluntad de los neoleoneses», dice el también autor de “De la Revolución social a la Revolución neoliberal” donde analiza el cambio a la derecha del Revolucionario Institucional.
En su análisis menciona que la simulación se hizo gobierno, los ofrecimientos no se cumplieron y ”el gobernador está ausente desde que pensó en ser candidato a la presidencia”.
“Es protagonista de un gobierno que ejerce la política ficción, grillar y chapulinear son parte de su naturaleza. Vive una mentira, como el Gesticulador, de Usigli, y morirá cuando se crea y actúe sus propias mentiras”, finaliza.