POLÍTICA Y GENTE

El uso de las paralelas como nueva alternativa, aliviaría mucho los problemas de traslado de cientos de miles de personas de la zona metropolitana de Monterrey y ayudaría a disminuir la contaminación que crean los escapes de los camiones que todavía utilizan diésel y los de los automóviles que queman gasolinas.

Además, la introducción de trenes ligeros resolvería en una parte la falta de recursos presupuestales que implica la introducción de más líneas de Metro ya que, por ejemplo, la Línea 3 ya está consumiendo el tiempo de dos sexenios estatales y otros tantos federales. No se ve la fecha para la puesta en servicio de la dichosa línea.

Un tren ligero sería provechoso para trasladar a la gente del poniente metropolitano: García y Santa Catarina hasta Monterrey lo cual redituaría en el ahorro de tiempos de traslado y desgaste físico que actualmente padecen los pasajeros, amén del abuso que ya les imponen los camioneros con la tarifa de 17 pesos, aprovechando la cobardía del gobierno del estado para cancelarles la concesión o permiso.

El tren de pasajeros, de uso cotidiano en ciudades europeas, es un concepto socialmente amigable y desde el punto de vista ecológico, ya no digamos nostálgico respecto del que funcionaba todavía en los años 90 del siglo pasado y en el que Salinas llegó a Monterrey para iniciar su campaña presidencial, “El Regiomontano”.

Los ruteros fastidian a la sociedad y, más, la falta de audacia de los gobernantes para resolver los problemas de transporte.